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Remando en dulce de leche

"Tenia la idea de que la vida era una fiesta, pero no me quedé al banquete." Sir Bernard Shaw  Hay veces que frente a la incertidu...

"Tenia la idea de que la vida era una fiesta, pero no me quedé al banquete." Sir Bernard Shaw
 Hay veces que frente a la incertidumbre en la que vivo, me encuentro remando en medio de dulce de leche sin poder pensar que debo hacer a futuro.
Tengo 35 años, soy homosexual, trabajo en una multinacional que de pronto me abre todas las puertas para que tenga, techo, coche y hasta vacaciones. Pensaba embarcarme en todo, pero empecé a indagar entre todos los que llevan "años" trabajando y me di cuenta que a pesar de tener una certidumbre social, viven temerosos de que los despidan, se vuelven obsecuentes y en definitiva se terminan transformando en felpudos de los jefes que jamás reparan en ellos.

Esta "certidumbre social" falla en el objetivo de reducir la ansiedad de los que la adoptan. Por qué ocurre esto? Porque íntimamente, el empleado es consciente de que hay algo que no cierra en su relación con la empresa en términos de conveniencia mutua (el tan de moda win-win): la paga que se recibe por renunciar a los sueños, ver poco y nada a los afectos y pasar todo el día encerrado en una oficina mientras la vida pasa de largo, nunca será suficiente.

La ansiedad aflora también en aquellos cuya certidumbre social se encuentra consumada: "merezco vivir mejor por lo que doy a cambio, ahora que puedo planificar a largo plazo voy a sacar un crédito para comprar la casa y el auto que siempre quise y disfrutar más de la vida".

El resultado de esta movida es la pérdida total de nuestro bien más preciado: el tiempo, que deja de ser de la persona y pasa a pertenecer al banco, donde irá gran parte del sueldo en concepto de pago del préstamo e intereses de la deuda.

La empresa se asegura que el empleado no renunciará, y podrá seguir explotándolo por mucho tiempo más, y el banco hace su negocio al tomar dinero a tasas bajas y prestarlo a tasas elevadas. Banco y empresa empleadora son los verdaderos win-win en este juego.

Reducir la incertidumbre a través de la certidumbre social termina siendo la peor opción de todas, ya que la única certeza que logramos con esto es saber que trabajaremos 9 horas por día de lunes a viernes para pagarle al banco por las cosas que compramos y ni siquiera tenemos tiempo de disfrutar.

Así es como la mayoría de la gente vive gastando dinero que no tiene, para comprar cosas que no necesita, con el objetivo de impresionar a gente que no le interesa en lo más mínimo.

¿Hasta cuándo vamos a estar así?

Gabo Arancibia