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Yo machito.... onda nada que ver

En estos días me paso algo raro que me descolocó y dejó algo perplejo. Tal vez porque había olvidado que era algo que me podía ocurrir. Rei...

En estos días me paso algo raro que me descolocó y dejó algo perplejo. Tal vez porque había olvidado que era algo que me podía ocurrir.

Reincidí en Facebook e invité a un amigo que también tengo en msn y con el cual chateo de vez en cuando, tenemos algún tipo de “onda” ya que cuando nos cruzamos por algún boliche siempre hemos terminado la noche hablando y muchas veces nos reventamos en una cama.

Es justamente ahí donde nos encontramos mejor. Yo no soy de hablar mucho y él tampoco. Pero la libertad para estas cosas que da vivir en España hace que uno olvide a veces ciertos recatos.

Él conoce algo de mi vida, sabe que escribo, sabe de este blog y de mis gustos sexuales, en general complace, me ha dicho que le gusta mi onda, -parca, recia y onda nada que ver- que él siempre busca machitos porque sino se acostaría con alguna mujer, que el es como es y que no le gusta que lo encasillen como gay.

 No lo encuentro afectado ni nada que se le parezca y podemos hablar incluso después de haber cogido, algo importante para mi. Dicho todo esto le mandé la invitación de “Face” para tenerlo como amigo.

La invitación nunca fue aceptada, hasta que la otra noche me lo encontré cuando estaba de rotación por los boliches y le pregunté porque nunca me había habilitado para conectarnos por FB.

Me contestó que mi Facebook es “muy gay” y que el de él era el oficial que no llevaba doble cuenta, que en su trabajo tenía que cuidarse de muchas cosas entre ellas “del que dirán”

En un principio sentí que de las bolas me salía fuego y que este llegaba a mi boca, él me seguía mirando como esperando que yo reaccionara, giré sobre mis talones yéndome del lugar y escuchando cosas como: no te enojes, entendé como soy… podemos seguir siendo amigos… etc.

Con el fresco madrileño y ya en la calle volviendo para mi casa, recordé mis días en mi Córdoba natal, en Argentina, tenía 20 años y yo agachaba la cabeza cuando me cruzaba con alguien que vivía su vida abiertamente gay y al que tal vez me había cogido. El enojo fue cediendo y pensé que mi amigo tendría sus motivos para obrar así, estaba todo olvidado y en cuanto lo viera se lo haría saber. Respiré tranquilo.

Realmente no se si me zarpo de gay, se que soy homosexual, que me gusta cogerme machos en la cama, que prefiero un culo peludo, que me calienta soberanamente que raspe mi pija una barba cuando me ordeñan, que por lo mismo me gusta enguascar una barba tupida y que a esta altura de la vida no me tengo que esconder de nadie, aunque dé justo para el aviso de contactos “yo machito, onda nada que ver”

Lauto Anchorena