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Del morbo, a la atracción, con RESERVA

Costanera Sur. Nada como un buen día de sol, calor, bici y selvita o matorrales.Como muchos habitués, suelo disfrutar del aire libre y l...

Costanera Sur. Nada como un buen día de sol, calor, bici y selvita o matorrales.Como muchos habitués, suelo disfrutar del aire libre y la libertad en muchos sentidos. Mucha cara conocida, muchos de fin de semanas histéricos y al siguiente de desenfreno. Muchas realidades, muchas verdades, muchas variantes. Recorrerla y descubrirla lleva un tiempo, a menos que uno tenga un cicerone avezado.
Muchas caras conocidas del mundo under, que peregrinan por esos lugares y por otros con sesgo común. Mito y realidad. Fantasía y verdad.

Creo que mientras uno no  se meta con quien no desee hacerlo, todo es legítimo.
¡ Cuanto tiempo me costó entender eso! Cuanto tiempo estuve preso de mis propios represores. Hace 20 años cuando tenía 20, tenía un amigo que contaba que se lubricaba el culo antes de ir a un baño. Yo no lo podía creer. Era algo que a mí no se me pasaba ni siquiera como posibilidad. Hoy no puedo creer como era tan idiota.

La selvita es un vicio. Tercer camino sobre la izquierda entrando por Lola Mora.
Pero ¿somos quienes nos encontramos ahí, solamente para estar ahí adentro?...o puede haber algo más…?
Yo tengo compañeros fijos. Sabemos que cuando nos cruzamos las bicis en el algún momento de la tarde terminamos garchando. Nos preferimos entre los demás. Nos atraemos. ¿Para el reviente?...Si por que no… para el reviente… podemos hablar mucho mientras cojemos (obvio que no de política)  y además nos podemos despedir y volvernos a encontrar ahí o por la calle y saludarnos amigablemente o con un guiño de ojo.

Generalmente (algo que no me pasaba a los 20) y léase por DIOS!!! Que no quiero presumir! Como la naturaleza y la gimnasia me ayuda, no paso ni un solo día  aburrido cada vez que voy. (Cosa que me pasaba atormentadamente a los 20, cuando deambulaba por los boliches, al reverendo pedo). Menos mal que tampoco los piso más. Supongo (estoy casi seguro) que la barba es otra cosa que garpa. Además de otros atributos y sobre todo ACTITUDES!!!

El fin de semana pasado internado en medio del bosque diviso una barba, libro en mano, remera Lacoste, bermudas, dando muchas vueltas, una y otra vez. Varias veces. Iba y venía entre los senderos y nos veíamos (no nos mirábamos) cada vez. Me llamo la atención.

Terminado mi fin de semana, bastante relajado y ordeñado, transcurrieron los próximos días hasta el siguiente sábado. Hice un millón de cosas ayer. Bañe a la perra, fui con el veterinario temprano, salí a comprar boludeces para la bici, fui al gym a las 12 como todos los sábados, pero este, en vez de los demás en donde después de las duchas paso por casa y por la bici, la cargo al auto y llego hasta el sur, como la tenía conmigo desde la mañana, partí directamente alrededor de la una y media. Llegue mucho más temprano que de costumbre.
Quería un sábado de sol, pero la compulsión es más fuerte, así que lo primero que hice cuando llegue fue ir derechito al bosque.

Me quede al principio por que no tenía ganas de irme muy adentro, por que pintaba bastante desértico…Delante mío iba esa barba que no había pasado desapercibida la semana anterior.
Me detuve. (El sábado pasado me pregunte ¿qué onda este tipo?)
Retrocedió, me encaro derecho, fue al paquete y no dejo en duda nada de lo que podía haberme quedado a mí.
Es un lugar para que se pase a mayores y estábamos muy en la entrada y como me encaro la boca y sus manos eran de un tacto enloquecedor, lo invite a que nos metiéramos más adentro. Ya intuía que era para disfrutar a pleno el tema. En general el beso (si aparece) es un pico insulso, o muy lujurioso, o directamente se prenden a manotearme la chota y a exprimirme hasta la última gota o a enfundármela.

Estos besos eran diferentes, esas caricias eran diferentes, había, pasión, afecto y sensualidad en cada tocada, cada lamida, cada mirada. Su olor a transpiración de horas de sol, mi sexo turgente desde su primer mirada, que solo decayó después de expulsar todo el contenido testicular salvajemente
Como esta historia término de una manera muy diferente esa tarde a la de muchas otras, en donde entre dos, tres, cuatro o hasta cinco, me han hecho bramar como una bestia destilando chorros de leche a mansalva a bocas hambrientas, voy a guardarme los detalles de la relación que en todo momento estuvo sesgada de esa lengua y esos besos que para el punto de desparramar la leche, cuando eso ocurrió,  solo fue un paso más de todo lo que vendría, a diferencia de cómo es siempre, (solo el final de lo que comenzó).

Terminamos, salimos del bosque y estuvimos juntos fuera del mismo en un banco, seduciéndonos, y hablando de política, de nuestros ciclos universitarios, nuestras profesiones, nuestra historia, ( o parte de ella). A las dos horas sentimos el irrefrenable deseo de volver a tocarnos y a buscar con la lengua algo más que la palabra. Terminamos la tarde de cara al sol mimándonos como dos críos, arrancándonos unos besos desde lo más profundo del alma.

 Los dos pasamos los cuarenta años.

Aparentemente a ambos nos erotizo algo más que la sola mirada del otro. Me confeso, que me había visto la semana anterior, que creyó que no iba a darle bola, que era nuevo en ese lugar que le daba cierto temor… etc., etc., etc., esas son las únicas palabras de su discurso que no se si voy a abonar. Le pregunte cuanto me había visto. (Trate de recordar mi finde anterior, por si había sido muy zarpado,,, ejem… si lo había sido)
 Me confirmo que me vio solo y acompañado. Acompañado y por más de uno a la vez. Aunque una oleada de pudor me ilumino el rostro, retrocedí y fije la cara en la realidad. Y si… le conteste… que no sea tu onda, no quiere decir que no sea la del lugar, ni tampoco que a quienes nos vaya lo que viste no pueda estremecernos hasta la ostia, los abrazos que nos pegamos en todo ese tiempo que compartimos.

Salimos juntos, no dejamos de seducirnos ni de besarnos, incluso en el auto , ya que me dijo,  vivir en capital, pero iba derecho para casa de sus viejos en Banfield, porque un sobrino lo había invitado a cenar, así que lo deje en una terminal de ómnibus.
Nos intercambiamos mails!!! Eso me desconcertó un poco. Así lo ofreció él.


Llegue a casa y le escribí :

Hola xxxxxxx
Como no había competencia en quien escribía primero, decidí ganar.
Fue una tarde particular, y llena de sensaciones que necesitaba. La pase genial y por supuesto quede pensando. Solo eso.En el auto no me anime a darte el mail que ingresa a mi celular. ¿Pero por qué no?
De esa forma si decidís escribirme, puedo contestarte y recibir msje on line, al igual si decidimos chatear. Acá va_ xxxxxxxxx@hotmail.com. Escribime a esta dirección
Algo hablamos sobre los nombres y las familias, y  como pertenecemos a la misma generación y no sé si habrás leído  "La casa de los espíritus  de Isabel Allende... dado que hablamos también de lectura....  te cuento que : Ella en algunos párrafos dice que no es aconsejable repetir los nombres en las familias, "porque eso confunde las historias en los cuadernos de anotar la vida"
En mi caso llevo la saga... el primer nombre pertenecía a mi padre, y el segundo, (el que le da cuerpo al mail, a mi abuelo) Te dejo un beso enorme. Gracias por la excelente tarde de hoy.
En algún momento del tiempo, todos nos merecemos un buen abrazo.
Les confieso que espere todo el domingo un correo de respuesta que nunca llego. Es muy pronto, o quizás sea muy tarde. No importa. Lo que al final de este relato  quiero trasmitirles, es que una historia no invalida a la otra.
Esperare un poco más. La vida es larga.
Si no llega nunca el mail, de todas formas ya nos cruzaremos los ojos de manera cómplice entre los matorralles. Ya nos saludaremos.
Pero lo que tengo claro es que él no va a ser para el reviente. Al menos para mí. Una cosa no quita la otra, pero me falta un paso más,  para que se junten. Igual nunca digo nunca.

Abrazo a la todos y en especial después de tanto tiempo a la gente del blog, que sigo siguiendo más esporádicamente pero con la misma admiración de siempre.

Lisandro Torres