FALSE

Page Nav

HIDE

HIDE

HIDE

Grid

GRID_STYLE
TRUE

Top Ad

//

Últimas novedades

latest

El cartonero

Manejaba por Bonorino hacia mi casa, ventanilla baja y ambo pegado al cuerpo, mojado por la transpiración propia de una tarde de 36ª. E...

Manejaba por Bonorino hacia mi casa, ventanilla baja y ambo pegado al cuerpo, mojado por la transpiración propia de una tarde de 36ª. El pantalón del ambo apenas por arriba de las rodillas para que no me impida manejar los pedales, y la pija algo despierta por estar sobada desde hacia 5 Km. atrás.

Al llegar a la esquina de Primera Junta, un carro cartonero tirado por un flaco de unos 30 años, que por cosas de la perspectiva quedó mirándome justo a los ojos por un par de segundos, tras lo cual agarro el carro y siguió marcha hasta el próximo tanque de esos de basura del GCBA.. Algo me dijo que gire y lo siga.

Me puse al lado de él, del lado derecho, cuando pude ver un tipo fachero a pesar de la mugre, con un torso trabajado por el laburo, abdomen tenso, piernas algo peludas y pies con ojotas que mejor no mirarlos. Pero ahì estaba, con un pantalón del tipo de los de gimnasia, corto, gris, de esos medio gruesitos, de los que llevan los pendejos de secundario en el bondi, que hacen que se les marque todo, aunque no tengan mucho, buchones a la hora de un pequeño despertar de pija, y en este caso un pantalón que marcaba algo grande, que de no ser porque el flaco venía haciendo un esfuerzo enorme por la pendiente en alto de la calle hubiera jurado que acababa de hacerse una paja.

Lo pasé por la derecha, y le guiñé un ojo, señalándole la pija. Me echó una puteada por lo que aceleré, pero por el retrovisor lo veo que se amasa la verga pero no como un insulto hacia mi, sino claramente con intención masturbatoria.

Di la vuelta, ya al palo, medio desnudo y rogando de que siguiera la calle tan vacía como hasta ahí. Rodeo la manzana y lo veo, otra vez, con ese bulto agrandado por ese pantalón que me incitaba a perder los cabales.

Le ofrecí 100 mangos, y le dije que me la mostrara. Esta vez, se sonrió, y con una mano se bajó medianamente el pantalón mientras con la otra sostenía el carro.

Los 5 segundos de desnudez del pibe alcanzaron para confirmar lo que suponía,

Un pene de unos 12cm por 5 o 6 de ancho, liso, sin venas, parejo, cilíndrico, con una cabeza encapuchada por un prepucio algo redundante, huevos colgantes, proporcionalmente grandes y poco pelambre, y lo mejor, que estaba totalmente muerta.

Me inundó una sensación de calor que casi me nubla la vista, con opresión en el pecho y una corrida de precum saliendo de mi pija tiesa y enorme.

Le dije que me esperara que diera la vuelta. Se sonrío. Que le daba 100 mangos si se la manoseaba para ponerla bien dura. Y no se, después veía que pasaba. El cartonero me dijo que sì, y mientras me tocaba bocina uno de atrás apreté el acelerador para dar la tercer vuelta manzana, ya mas oscuro y con algo mas de movimiento de los vecinos por la puesta del sol.

Manejaba con la izquierda mientras con la derecha me pajeaba con dureza. Rogaba que estuviera ahí, y lo imaginaba arriba del carro con el pantalón bajo y en plena paja. El corazón se me salía de la boca, aunque teniendo en cuenta lo que me latía la pija parecía que el corazón mismo se me había transformado en glande. Llegué al carro y el pibe estaba por delante, entre dos containers de basura, me acerque todavía en el auto sin saber lo que me estaría esperando…

Fabián Mazz