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Cartas de un amigo de provincia.

Reunión: los basureros y yo El domingo a la noche tuve  una charla caliente y rápida  por chat con un histérico que no concretó, me p...

Reunión: los basureros y yo
El domingo a la noche tuve  una charla caliente y rápida  por chat con un histérico que no concretó, me puse al palo a full pero no me dio ganas de pajearme,  abrí un  champancito, me bañé medio en pedo, me lave bien el orto por inercia, me puse un piyama porque me dio frio y me dormí,  despatarrado.

Como a las cinco de la mañana, ya   lunes,  me levanté transpirando (estos cambios repentinos de clima que enferman) y me saqué el piyama mojado; escuché el camión de la basura a lo lejos, me acorde que no había sacado la bolsa del fin de semana cargadísima porque el sábado a la noche hicimos un asado acá en la quinta.

Y aunque tenía ganas de mear me dije: - Tal vez pase el camión y me quede la basura hasta el miércoles, así que salí rápido como estaba,  en pelotas,  por la puerta de servicio  donde está el canasto de residuos, calculando que el camión todavía estaría lejos y sabiendo que no hay nadie en la calle sin asfaltar a esa hora,  porque es una zona de quintas, y todos los vecinos  salen más tarde con su auto y por la calle asfaltada.

No bien abro la puerta de calle me encuentro al morochazo de la recolección al lado mío, y  yo con la pija medio morcillona.

-Vos si que estas cómodo varón!, no como nosotros laburando con este lorca-me dijo
En eso se va acercando el camión con otro macho colgado del mismo que me grita con las manos enguantadas agarrándose el bultaso -eh mirá lo que tengo para ese culo!

Se me paró la pija al toque, todo pasó en dos segundos. El que estaba al lado mío me miró la pija al palo y con los ojos brillosos en la penumbra de la noche me preguntó:
-Vivís solo?
-Sí, ¿a qué hora terminan Uds.?
-A las 8 ¿podemos venir?
-Toquen timbre en la puerta de la Esquina y que no los vea nadie
Me tomé el último trago de champan  que quedaba y me fui a dormir lamentando no haberles entregado también la botella vacía, pensando que todo quedaría ahí como con la gente de manhunt.

A las 8 y media me despertó  el portero eléctrico de la puerta principal y les abrí sin pensar.
Me garcharon 4 veces.

Primero mientras chupaba una pija gorda y negra con un olor a potro maravilloso me cogía el otro con una verga larga fina y blanca con una cabeza como un hongo, roja de sangre
Después me cogió el de la pija gorda que me abrió el ojete hasta lo increíble mientras yo chupaba esa verga de cabeza roja que me hacia dar arcadas por lo larga y por el olor a huevos que tenia después de transpirar tanto machetazo.

Y luego otra vez. Gastamos 6 cajas de forros (menos mal que suelo tener el culo limpio por dentro y por fuera)
El colorado se fue a las 11 de la mañana. Me tuve que poner un supositorio para calmar el dolor. Pero el morochaso de pija gorda decidió quedarse a desayunar conmigo.
No te he dicho que también tenía un culo fornido musculoso todo cubierto de un bello como el terciopelo. Fui el primer hombre de ese ojete esa mañana. Yo no lo podía creer.

Se fue a las 5 de la tarde del lunes. Tuve  olor a leche y huevos en las manos y en la cara el resto del día por más que me bañé a full. Hubo un poco de caca de él en mis pelos del pubis, es verdad, pero ya lo estoy acostumbrando a las enemas.

Anoche como a las 12 de la noche vino de nuevo, le mintió a la mujer.  Dijo que le tocaba laburar porque después de la lluvia no habían podido entrar a algunos barrios (estas pobres minas se creen todo o le aguantan cualquier cosa al men con tal de tener un macho como estos). Decidió quedarse a dormir, me confesó que a mi orto lo siente mejor que a la concha de su mujer mientras esta vez me hacía el amor lento.

Y claro,  estas mujeres de la periferia llenas de hijos… y además uno tiene olor al Antaeus de Chanel, me hago depilar el culo y los huevos con cera por un travesti amigo…Ellos no están acostumbrados a cierto glamour, pero por otra parte, es buen muchacho.

En la madrugada me pidió que lo cogiera otra vez después que hicimos 69 morfándonos los ojetes mutuos y la boca (él se sorprende de lo que le pasa, nunca besó a alguien con bigote jajaja).
Esta vez le hice largar la caquita con una manguerita que conecte en el lugar del duchador y después que estaba dilatado por mi lengua ese culito negro y apretadito te juro que lo ame, le hice poner la piel de gallina.

Me parece amigo que me voy a casar y voy a tener como 8 hijastros...


Juan Manuel