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Lo despidieron por ser portador de HIV

[caption id="attachment_7176" align="alignright" width="400"] De la casa de pastas Casa Vecchia dentro del pa...

[caption id="attachment_7176" align="alignright" width="400"]hiv De la casa de pastas Casa Vecchia dentro del patio de comidas del shopping Alto Palermo, el joven fue despedido de su puesto de encargo por ser portador de HIV[/caption]

Lucas, tiene 21 años y hasta hace muy poco trabajaba en la casa de pastas Casa Vecchia, dentro del patio de comidas del shopping Alto Palermo.

El joven fue despedido de su puesto de encargo por ser portador de HIV. Lucas contó su historia, donde pidió la reserva de su apellido y de su rostro, ya que dentro de su núcleo no todos lo saben.

“Entré a trabajar en enero de este año. Hace dos meses una supervisora entró de licencia y ahí subió otra, Vanesa Peñaloza, que en su momento era encargada del local. Ella me capacitó y entablamos una buena relación. La cuestión es que yo en confianza le conté sobre mi serología positiva. Sobre todo porque un día llegué un poco mareado por la medicación, me sentía mal y no podía faltar. Pensó que estaba drogado y yo para que no piense eso le conté que tomaba una medicación por tener el virus”.

"No me dejaron entrar y tenían la puerta de emergencia cerrada con candado".
A Lucas le hacían los descuento pero no podía utilizar la obra social ya que la empresa no realizaba los aportes. Entonces la supervisora de su trabajo, Vanesa Peñaloza, le sugirió que declare ante la empresa cuál era su situación "así se ponían las pilas" y realizaban los aportes.

Y así fue: el miércoles 26 de agosto Lucas informó por telegrama que era VIH positivo. El viernes 28 le dijeron que no podía trabajar porque no pertenecía más a la empresa. "No me dejaron entrar y tenían la puerta de emergencia cerrada con candado. El lunes 31 me llegó el telegrama de despido".

Al ser consultado sobre qué causa esgrimió la empresa para echarlo, Lucas explicó: dicen "que insulté a la supervisora. Ponen como falta de respeto las veces que discutí. Supongo que para ellos reclamar debe ser insultar a la supervisora. Discutí con ella el martes, el miércoles mandé el telegrama y el viernes no me dejan entrar. Anteriormente querían cansarme y que renuncie, los últimos días me venían diciendo que la puerta era grande, que no estaba atado y si no me gustaba me podía ir".

Actualmente Lucas es asesorado por la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP), una ONG que organizó para este domingo a las 13.00 una movilización a la puerta del Alto Palermo, ubicado en la avenida Santa Fe 3253.

“Desde RAJAP me están ayudando muchísimo en todo. Yo soy adherente al tratamiento, tomo una pastilla todas las noches. Pero hago vida normal, no me enfermo, hago actividad física, puedo trabajar y no tengo síntomas. Parte de la evolución es por ellos”, contó Lucas en su entrevista con Crónica.