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Me dieron lo que quería… sexy man.

Manucas | Relatos de los lectores Uno de estos fines de semana fui, como comúnmente lo hago, salí con mis compañeros de trabajo. Somos un...

Manucas | Relatos de los lectores
Uno de estos fines de semana fui, como comúnmente lo hago, salí con mis compañeros de trabajo. Somos una banda, chicos y chicas por igual. Luego de una noche donde chupé como nunca, terminé caminando a mi casa ya que vivía a unas pocas cuadras del boliche (Palermo). Tambaleaba, mientras como podía caminaba.
mozos
Los tres locos me veían pensativos, en que estaría pensado…
Luego de par de cuadras, me cruce con un chabón que fumaba un pucho en lo que parecía la entrada del edificio donde vivía. Un pibe lindo, de unos 25 años. Tenía muchas ganas de fumar, así que desinhibido totalmente, le pedí un pucho y me lo dio con la mejor onda. Decidí fumar ahí mismo, onda a ver que pasaba.

Charlamos de cualquier boludez, hasta que le pregunto, - ¿Que haces acá tan a la madrugada y con este frío?, a lo que respondió que tenía dificultades para dormir y que además estaba re cachondo. Si, así no más me la tiró. En ese momento se me activo mi perfil morboso, me dí cuenta de la situación y me fijé en lo sexy que era el chabón. Le dije que yo también tenía ganas de garche, auspiciado por mi grado de embriagues. Luego de un rato de histeriqueo, me invitó a subir a su depto,  accedí luego de hacerme el difícil durante un rato.

Entramos, hasta ese momento todo normal, me saqué la campera y la tiré en su sofá. Él entra en su habitación, yo lo sigo, estaba todo oscuro. Cuando de pronto enciende la luz, me asusté, había otro pibe acostado en la cama, despierto, como escondido. En ese momento me alerté y les comuniqué mi deseo de irme.
Todo se puso medio denso. Hubo un silencio incomodo hasta que el chabón que conocía cerró la puerta fuertemente y me dijo – No me vas a dejar con ganas…

En ese momento rápidamente se me acercaron los dos pibes, comenzaron a besarme intensamente, pero yo andaba paranoico, algo de ellos no me gustaba. Busque resistirme como pude, me puse rudo y me os saque de encima como pude.

Yo – De verdad, me quiero ir ya...

Se echaron a reír ligeramente...
  • Te dije que de acá no te vas dejándome con ganas, ni a mí, ni a mis amigos...
Todo mal en ese momento. Se abalanzaron sobre mí y me sometieron sobre la cama, intente gritar cuando de uno de ellos se sacó la remera y me la hizo meter en la boca. Estaba al horno. Pensé en lo tarado que fui, lo puto, lo borracho, lo confiado.

Empezaron a desvestirme mientras seguía tratando de zafarme de los dos tipos. Cuando de pronto escucho abrirse la puerta. Entró otro chabón a la habitación, eran tres contra mí, sabía que no tenía oportunidad de escape.

Uno de ellos empezó a meterme el dedo en el orto de forma salvaje, bruto e hiriente, mientras los otros dos se sacaron las chotas del pantalón y me la empezaron a poner en a cara. No aguantaba el dolor q me estaba provocando en el orto, me movía para todos lados, intentando que no lo hiciera mas, pero seguía sin importarle nada.

Uno de los que estaban adelante, se fue a meterme dedo también, estaban fascinados y enviciados con eso. Ya me sentía sin fuerzas, muy mareado y pensando en cómo iba a salir de esta. Empezaron a puertearme con la chota lo hacían ambos al mismo tiempo mientras me sujetaban fuerte las piernas y me daban fuertes nalgadas. Uno de los dos se decidió y me la metió toda de un solo golpe, pensé que moría, el dolor fue máximo. Literalmente lloré con sus primeras embestidas. Ya en ese punto decidí relajarme, no sé si por darme por vencido o porque sabía q si no me relajaba me iba a doler mas. Me siguió cogiendo salvajemente, mientras el de adelante me comenzó a sacar la remera de la boca, mientras me advertía que me golpearía si gritaba. Apenas pude, grite pidiéndoles que me soltaran. Recibí un golpe en el costado de mi abdomen que me dejo con poco aire. Definitivamente no me iba a resistir más. El primer pibe me cogía mientras los otros dos se peleaban a pijazos por meterla en mi boca. Los tres eran dotados, hablamos de pijas de 19 cm en adelante. La fantasía de mucho, estaba siendo una penitencia para mí.

Sentí como empezó a llenarme de leche el orto, al mismo tiempo que me embestía profundamente, otro de los chabones me acabó en la boca, escupí toda la leche de una, lo cual no le gustó para nada y me cacheteó.

El único que faltaba por acabar era el más vergón de los tres, fue hasta mi orto y empezó a hacer el trabajo para deslecharse. No tenía ni un poquito de fuerzas, sentía que sangraba por el culo, que estaba todo desgarrado. A lo 2 minutos como mucho el tercero me acabo y relleno mi orto de leche. Me soltaron y caí tirado en la cama.

Pasaron un par de minutos hasta que corrí nerviosamente a empezar a vestirme. Los tres locos me veían pensativos, en que estaría pensado... Abrí la puerta de la habitación y salí….

Esta es mi fantasía…