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Algunas diferencias entre cojer y hacer el amor

Por Claudio del Gagging | Tengo un amigo tachero que garcha conmigo pero las va de hetero, y a veces nos vamos por ahí a tomar unas birr...


Por Claudio del Gagging | Tengo un amigo tachero que garcha conmigo pero las va de hetero, y a veces nos vamos por ahí a tomar unas birras aprovechando que ahora está tan de moda la cerveza artesanal. Así estamos y teniéndome enfrente olvidándose las cosas que hace conmigo arriba de la cama, los revolcones que nos damos, las lamidas de culo que le doy, los litros de wasca que ha acabado conmigo, la destreza con que me coje, lo introduje en la practica del #gagging y le encanta (darlo, no recibirlo), pero a cambio me hace unas chupadas de ojete que mata.
A veces cuando está inspirado (o alzado) da cuenta de diálogos como el que sigue:

– Mirá que rica la Paulita, ("LA" Paulita es una pendeja que atiende en la cerveceria artesanal de la vuelta, nos conoce, saluda y hasta da besos, sobre todo a mí, calculo que sabe que soy inofensivo....), como le hago el amor…!! -dice mi amigo- hasta el beso negro le daría…!! no debe tener un solo pelo…


– Bueh, si le vas a chupar el orto entonces no le vas a hacer el amor, te la vas a garchar… -le digo yo tirando al suelo todo su misticismo pletórico...


– Es lo mismo, bolu…


– No, no es lo mismo. Hay ciertas diferencias…



Decidí tomarme la investigación en serio y me tomé el trabajo de indagar a todos con los que me acuesto, para poder dedicarle el cien por cien de mi tiempo y poner todas las energías para encontrar la luz en este tema. La herramienta de investigación más accesible resultó ser internet (con ventana de incógnito), horas investigando, buscando, viendo, reproduciendo, indagando, me llevaron a descubrir que en las películas porno no hay amor, y también que después de la cuarta paja, te salta pichín...

Aquí es precisamente donde nace la investigación pertinente para exponer un tema que muy pocos han tocado con seriedad. Es obvio que diferencias deben existir, cuando se le pone la palabra AMOR a algo, de alguna forma ya nos predispone a otras emociones, a otras sensaciones, pero… ¿Hay una diferencia comprobable?

Fuentes afirman que tener sexo es un sencillo acto que ejecutan paquidermos, primates y equinos, por el cual el órgano sexual del macho, introduce en la cavidad sexual de la hembra (o en su defecto en cualquier agujero)  un fluido fecundador. Pero, seguí indagando, y me topé con un interesante artículo, que resaltaba el hecho de que los humanos somos los únicos que tenemos relaciones mirándonos, mientras que la gran mayoría de los animales, lo hace por detrás (como los perros). Quizás esta podría ser una punta de un ovillo de posibilidades. Quizás hacer el amor, va de la mano de la pose que usemos, pensemos un poco:

Poses con las que se haría el amor:


Uno arriba, otro abajo, o viceversa, el típico misionero…son poses que se prestan a que la pareja se vea, pueda besarse, se haga caricias y establecer un vínculo visual y sensitivo en respuesta a cada estímulo del otro. Incluso me imagino frases del tipo:

  1. “¿te gusta?”,

  2. “me encantas”,

  3. “te amo”,

  4. “sos hermos@”.


Pensaba en que quizás esto está cerca de catalogarse como hacer el amor…

Poses con las que se cogería:


  • En cuatro,

  • de parado,

  • doble roll invertido,

  • la gran Thor.

Son poses, que responden más a los instintos animales de un ser humano, sin más palabras coger como animales. Son poses que se prestan para hacerlas re cagar a nalgadas, tirarles las mechas, hacerl@s gritar como un cerdo que lo están carneando, escupirl@s…uff…Me imagino frases del tipo:

  1. “Como te encanta la pija, trolit@”,

  2. “Ay si, cogeme”,

  3. “Dale traga, traga…putito”.

  4. ¿Sos mi putito...?

  5. ¡Como te gusta la pija ... putito!

Estas poses, y las emociones que generan, parecen entrar en el grupo de “Coger”.

Pero me parecía muy escueto que todo se resuma a la pose que usemos a la hora del coito, tenía que haber algo más oculto, aparte si mi nota terminaba acá, Lautaro Anchorena me iba a meter terrible patada en el ojete… (perdón Diego, pero creo que eso me calienta...)

Decidí apostar a la mirada femenina para el asunto, todos sabemos que son más sensitivas a este tipo de cosas. Terminé preguntándole a una amiga que me dijo algo increíble: “Se empieza a hacer el amor con la mirada, con el pensamiento, con la voz, con la piel, y por último con el órgano sexual“. Me pareció muy interesante su descripción casi poética, y decidí darle contextos a la fórmula:

Se hace el amor: Me imaginé mirando la boca de mi pareja ocasional, pensando en el sabor de un beso fresco y húmedo. Le dije (voz)  al oído que me gusta mucho y le acaricie (piel) despacio la pierna en un movimiento ascendente hasta que llegué casi a la ingle, y un poco más allá…

Se coge: Me imaginé yendo a ciento cuarenta por la Autopista del Sol mirándole la chota erecta afuera camino a algún telo de Oeste Intimo, pensando en cómo se la iba a llenar de baba y como le chuparía los huevos, algo que le encanta. Le dije, en tu vida te vas a olvidar de la mamada que te voy a pegar, hijo de puta. Le agarre la verga y lo iba pajeando por la ruta cagándome en la cámaras que pudiera haber en los peajes y pelé mi chota y me la fue pajeando todo el camino… En una hermosa paja cruzada.

Esta fórmula me cerraba más, la veía bastante completa. No era loco pensar que todo depende de la mirada, los pensamientos y la piel. Pero seguía faltando algo…

El contexto:


Decidí preguntarle a mi dealer, y fue quién me ayudó bastante a  ir cerrando la cuestión. “Hacer el amor, depende de lo que rodea, precede y continúa al acto sexual” me tiró el flaco.

¡La puta madre que tenía razón! Vamos por partes, empecemos por lo que rodea al acto sexual. En este caso hablaríamos del contexto:

  1. Hacer el amor: Imagínense en una habitación con velas aromáticas, música de fondo, una cama grande con sábanas blancas y pétalos de rosas. Besos, caricias y romance. Parecería que a alguien le están haciendo el amooor…

  2. Coger: Imagínense en una pieza con olor a faso, de fondo suena viejas locas, garchando en un catre con sabanas llenas de pelo de gato. Secas, besos y velocidad. Parece que a alguien se lo están cogiendoooo….
Ya explicamos el contexto, ahora veamos la parte de “precede y continúa”. Las dos hablan de una reacción al acto, precede, como una acción más próxima, y continúa, como una acción que perdura más tiempo, vamos a los bifes:

Hacer el amor: Luego de los besos, caricias y coito, dos personas en la cama abrazados que se quedan unidos, mientras se besan y luego entablan una charla efímera, con la excusa de terminar en verbo una conexión que ya se dio en carne.

La historia continúa con una pareja enamorada, que camina de la mano en la calle sonriendo.



Coger: Después de acabarle en la cara, el flaco que enguasca, se va a lavar la chota y a ver cuántos minutos faltan para que termine el turno del telo, ni en pedo paga dos, (acá se me viene a la cabeza Fernando River).
La historia continúa con uno de los dos mandándole whatsapp al otro (el que cogió mejor) y con otro silenciándolo o bloqueándolo; descartándolo como a un forro en el inodoro.



Ahora el círculo del tema parecía ir cerrando, hacer el amor o garchar, dependía de las poses, las miradas, la voz, la piel, lo que rodea, precede y continúa al acto sexual. Cierra todo perfecto, ahora solo falta responder una pregunta que me quedó: ¿Se puede coger y hacerle el amor a la misma persona? 

Siempre vuelve esta pregunta, y no la puedo contestar...

¿A vos que te pasa?