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Teabagging: chupame los huevos!!

Por Mariano Sepulveda | El Tea bag o Teabagging es un slang que define la acción de dar placer uno al otro mediante el masaje oral de los hu...

Por Mariano Sepulveda | El Tea bag o Teabagging es un slang que define la acción de dar placer uno al otro mediante el masaje oral de los huevos. Así. Es decir, que la bolsa escrotal que recubre y sostiene los testículos pasa de ser testigo secundario de la pleitesía rendida generalmente a su majestad "El Pene", a receptor principal, si no único, de las habilidades orales de quien nos calienta entonces la cama, o la esquina en el garage, o el descanso de la escalera, o el coche o el baño o tetera.

Tal vez seas un asiduo practicante y no sepas de que se trata...
Aquí algunos tips.. 

Como cualquier otra práctica buco genital, los orígenes de la misma son del todo desconocidos, porque es algo más viejo que los pantalones de corderoy. Ya sabemos que el sexo y sus diferentes prácticas ‘alternativas’ escandalizan a los pobres de espíritu que piensan que todo esto empezó el otro día y que ese todo debe limitarse a la casta penetración, eso sí, con camisón con agujerín de por medio y cofia. Pero esto de dar gusto en los huevos lo descubrieron nuestros peludos antecesores cuando no se pagaba impuesto alguno, por ocupar una caverna.

En USA al que disfruta siendo chupado se le llama ‘teabagger’. Al que se lo pasa “bomba” chupando, ‘teabaggee’. Este último, si sabe lo que hace, debe poner cuidado porque los testículos son mucho más delicados que el pene, con lo cual, aquellos que no saben qué hacer con los dientes mientras hacen una mamada, mejor se abstienen o entienden esta práctica como, justamente, lección práctica de cómo dar gusto con la boca sin hincar el diente, dando gustito con lo más blando que tenemos bajo el bigote: lengua, saliva y labios.

Luego todo depende de cada cual. El ‘baggee’ introduce, enjuaga e intercambia las pelotas en su boca, o las dos a la vez, o juguetea con la lengua entre ellas, o las besa, las olisquea, qué sé yo, esas cosas, que en el sexo no hay más regla que las que os hagan en la más estricta intimidad, más felices a los dos.

Hay quien lo encuentra, además de muy excitante, extremadamente dulce y tierno. Algún prejuicioso lo ve como una señal de humillación o sumisión, si hablamos del ‘ggee’ y dominación (‘gger’), pero cada cual define sus cosas a su manera, que el diccionario es rico y el papel y las neuronas aguantan las definiciones que hagan falta.

Pero lo llames como lo llames, es hermoso descubrir que ahí mismo, donde más duele, también tenemos un chakra del amor por donde dejar escapar y recibir, también, parte de esa necesariamente generosa entrega que sin ninguna clase de censura, nos regalamos hasta el éxtasis entre las sábanas.


¿A vos te gusta el teabagging?