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HOY LA MUESTRA ... EL MONITO

Hola a todos! Mi nombre es Andrés pero me dicen Mono o Monito, tengo 31 años y soy de Santa Fe. Me considero un fanático del sexo y adem...



Hola a todos! Mi nombre es Andrés pero me dicen Mono o Monito, tengo 31 años y soy de Santa Fe.

Me considero un fanático del sexo y además un fetichista. En especial tengo un fetichismo muy definido con zapatillas deportivas masculinas. Me gusta mucho integrarlas a mis prácticas sexuales; ya sea desde el simple hecho de usarlas mientras tengo sexo, hasta masturbarme con ellas y en ellas, lamerlas, olerlas, llenarlas de semen, orinarlas, ensuciarlas, embarrarlas, intercambiarlas, etc... he llegado hasta destruirlas en un arrebato de locura en medio de un momento muy caliente y descontrolado de sexo.

Es una preferencia que me acompaña desde muy chico, tengo bastantes experiencias en estos juegos y espero seguir sumando nuevas.
Si bien no he tenido muchas experiencias en baños públicos (espero algunos de ustedes me ayuden a vivir algunas) quiero aprovechar para contarles una de ellas que ocurrió hace más o menos un año.


En general me excita tener sexo en lugares semipúblicos, ese día había salido a correr a un parque con un circuito aeróbico y cuando ya terminaba mi rutina, me metí en el baño para orinar.
Entré sin ninguna expectativa concreta. Fui directo al mingitorio y apenas noté que atrás mío se metió un flaco rubio que también estaba corriendo.

El flaco se paró a orinar justo al lado mío teniendo otros tres mingitorios libres. Ahí noté que estaba tan transpirado como yo y por supuesto inmediatamente vi las zapas que llevaba puestas. Eran unas zapatillas deportivas blancas con un poco de uso que automáticamente me provocaron una erección.

Los dos nos recorrimos con la mirada y terminamos viéndonos a los ojos frente a frente con nuestras pijas al aire. Permanecimos inmóviles unos segundos uno al lado del otro, hasta que él me dijo: "te vengo siguiendo desde hace un buen rato", a lo cuál le contesté: "me alcanzaste entonces".


Terminé de decir eso y empezamos a tranzar. Él me manoseaba mucho el culo y las bolas, mientras yo le pajeaba muy suavemente la pija. Allí mismo, contra la pared me apoyé de manos y le dejé en claro que mi culo estaba dispuesto a seguir. El loco me dio unos buenos lengüetazos en el ojete y empezó a apoyarme la pija, yo mientras le comenté que me gustaban sus zapas y le pedí que me dejara calzármelas mientras me la ponía. No tuvo dramas, se las desató, me las pasó y se quedó en patas para culiarme.

Me encantó calzarme sus zapas, me quedaban un toque sueltas y además estaban muy tibias. Me entraba y me salía el pié con cada empujón de pija que el flaco me daba en el orto. Estaba muy desesperado y entre gemidos no paraba de decirme lo puto de mierda que era para entregar así el culo en el baño de un parque a alguien que no sabía ni como se llamaba.

Cuando estuvo por venirse, sacó la pija, me dio vuelta, me hizo sentar contra la pared y me llenó la cara con su leche tibia. Me encantó sentirme así de puto: cogido y enlechado por un perfecto extraño que me crucé en el baño.

Mi pija estaba re dura y yo ya me preparaba para pajearme ahí mismo, cuando veo que él se agacha y entrá a mamármela. Era genial chupando, no tardé en venirme y para coronarla no sacó mi pija de su boca cuando me acabé.

Así como estaba se enjuagó un poco, se calzó sus zapas sin atarle los cordones, me dio un beso y se fue.
Volví otras veces al baño pero no lo encontré más, ni tampoco volví a vivir en ese lugar una experiencia así. Espero uno de estos días, después de correr, el baño del parque me tenga preparada otra sorpresa...

El Monito