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Marineros. Uno en el orto y otro en la boca

Quiero contar una experiencia que tuve hace un par de semanas y que jamás ni en mi imaginación pensé que pudiese ocurrirme. Estaba pasea...

Quiero contar una experiencia que tuve hace un par de semanas y que jamás ni en mi imaginación pensé que pudiese ocurrirme.
Estaba paseando un día de semana , temprano por Puerto Madero, alrededor de las 10.30 hs. cuando pasé frente a la Fragata Corbeta Uruguay, que está allí anclada como museo.

Existe la posibilidad de visitarla y estaba habilitada la entrada. Vi que había algunas escuelas recorriéndola con sus maestras y guías de la fragata, además de algunos turistas extranjeros, así que decidí subir.

Cuando pasé por la mesa de recepción me dispuse a pagar la entrada y el marino que estaba ahí me dijo que pasara sin cargo, que a esa hora no se cobraba entrada.

Recorrí la cubierta , observando el tremendo velamen, los cañones perfectamente lustrados y los distintos niveles de la cubierta , y de paso admirar a esos marineros que andan con su mameluco azul haciendo tareas de mantenimiento, con los cuales siempre nos ratoneamos.

Traté de ir en sentido opuesto a las visitas escolares de forma de estar mas tranquilo y sacar algunas fotos de la nave y de Puerto Madero desde el agua.

Siguiendo hacia la popa, veo que hay una escalera habilitada que conduce a la parte inferior de la fragata , de modo que bajé y comencé a recorrer el interior de la nave , que dicho sea de paso es muy interesante por lo bien conservada que se encuentra , se pueden ver los comedores de la tripulación, los camarotes, peluquería, maquetas, etc.

También en ese sector está el acceso a las salas de máquinas, que si bien están abiertas , no permiten el ingreso del público, si embargo me quedé observando como dos de esos marineros de mameluco estaban haciendo algún tipo de reparación en el lugar. Me parecieron atractivos , y como ya dije antes siempre uno se ratonea con los marineros. Tendrían unos 22 o 24 años, uno era morocho, bien formado, el otro rubio de ojos claros también con lindo cuerpo.

Al verme ahí parado, me saludaron amablemente se miraron entre ellos y me preguntaron si quería saber algo de la sala de máquinas. Dije que me interesaba saber como es el funcionamiento de una nave como esa.
Me dijeron que pase y comenzaron a comentarme que ese era el generador eléctrico de la fragata, que si bien no está en uso ya que la energía está suministrada desde tierra, se mantiene como si estuviese en perfecto estado.

Y me fueron guiando hacia una parte interior de esa sala de maquinas, y para mi sorpresa ambos estaban juntos en esa guia. Después que me contaron casi todo lo que quería saber yo les pregunté de donde eran y el rubio me dijo que de Misiones y el otro de Formosa , y bueno seguimos conversando pero yo me daba cuenta que había cierta picardía en sus ojos.

Les dije si hacía mucho que no bajaban a tierra y dijeron que como 4 días... de modo que les pregunté como se arreglaban, si había ahí chicas con las cuales confraternizar y dijo el rubio que si, pero que ellos dos preferían "otras cosas" , ¿como ser? , pregunté yo . El morocho se puso frente mío y se agarró el bulto.

Yo no podía creer que eso estuviese sucediendo , pero para no perder la oportunidad , metí mano y empecé a acariciárselo... inmediatamente se puso al palo , mientras el rubio que estaba detrás mío empezó a acariciarme el orto.

Yo le abrí la bragueta al morocho, que peló una pija hermosa, cabezona y negra , inmediatamente empecé a chupársela al tiempo que el rubio se puso al lado, peló la verga y se la comencé a mamar a él también.  Era una situación realmente deliciosa , dos vergas para mi solo, de dos machos muy lindos y super calientes.
Me bajé el pantalón mientras me pajeaba como loco , a lo que me preguntó el morocho si tenía un forro porque me quería coger.

Siempre previsor , llevo un par conmigo. El morocho empezó a chuparme el orto con una maestría envidiable , mientras yo tenia la verga rubia en mi boca , que me cogía hasta la garganta. En eso el morocho empezó a puertearme y me la comenzó a meter despacito , hasta tenerla toda adentro. ¡Que placer!!!

Uno en el orto y otro en la boca , en eso el rubio se posicionó atrás y con el forro que yo le había dado , ocupó el lugar del morocho quien vino a que se la chupara. Para mi regocijo el rubio la tenía mas grande y al principio me hizo doler un poco, pero pude dilatarme y  recibir todo su pedazo dentro mío.

El morocho ya estaba muy caliente, ya que a poco de chuparsela, me llenó la boca de semen, que tragué con todo placer , mientras el rubio me seguía dando bomba como si quisiera sacármela por los ojos... bombeó y bombeó, hasta que la sacó, se quitó el forro y me la dio para que se la chupase , y casi inmediatamente me llenó la boca de leche , y se la seguí chupando hasta sacarle la última gota .

Cuando terminaron, se subieron el mameluco y dijeron que ya habría que salir de ese lugart porque habíamos estado mucho tiempo, que si bien casi nunca va nadie ahi, siempre algún peligro existe.

Les dije que lo había pasado como los dioses y me dijeron que cuando quiera que vaya nuevamente , ya que ellos suelen estar en ese lugar.

Y se ve que son expertos en esos menesteres.


Alejandro