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El mañanero

Por Nacho | Relatos de los lectores | Me despierto. Estás boca abajo. Todavía dormido. Te miro la espalda. Tus tatuajes en tu hermosa espal...

Por Nacho | Relatos de los lectores |Me despierto. Estás boca abajo. Todavía dormido. Te miro la espalda. Tus tatuajes en tu hermosa espalda. Estás mirando hacia el otro lado. Sólo veo tu pelo. Las manos, debajo de la almohada. Paso mi lengua  por tus hombros. No te despertás. Descorro la sábana y me quedo mirando tu cola. Mucho calor, así que estás desnudo. Tu colita redonda me encanta. Tu cola sabe de mí y saca de los más perversos ratones! Un mañanero.



Me acerco a vos y apoyo mi chota en el costado de tu cuerpo. Seguís dormido. Ya estoy caliente, empalmado mal y ahora quiero sexo. Me saco el suspensor y empiezo a tocarme. Paso los dedos muy despacio. Enseguida estoy gomoso. Te paso un poco de mi precum por tu cola y ni te mosqueas... Otro por la boca y te lo chupas... Sos mi bebé y me matas...

Decido que voy a despertarte. Quiero mi mañanero y voy a laburarlo. Me subo arriba tuyo. Apoyo mi sexo en tu cola. Te despertás. “Hola lindo. Me muero de ganas de cogerte”. En silencio, empiezo a moverme más enérgicamente. Me calienta mucho tenerte así, sin que puedas verme, entregado a mis movimientos y a mis palabras en tu oído. Froto mi pecho en tu espalda. Subo un poco más y la pija que tanto te desespera va rozando tu cuerpo, todo.


Mi sexo empuja sobre tu cola, como si te estuviera cogiendo. Pero te estoy puerteando. La fricción me calienta mucho, pero te escupo la cola. Abro más las piernas para que sientas mi baba caliente en tu piel. Goteo precum mal. No puedo parar esta calentura. Gemís contra la almohada. Estás a mi merced. Estás increíblemente caliente. Imagino tu pija. La imagino bien dura y parada, apretada contra el colchón. Imagino tu pija frotándose contra el colchón. Me encanta cuando dejas marcadas las sabanas. Me encanta hacerte acabar así. Que acabes sobre las sábanas. O sobre mi cuerpo. Imagino tu pija frotándose en mi panza… Te hablo al oído. Te pregunto si la tenés bien dura. Te pregunto si te gustaría metérmela. Te pregunto si vas a querer mi chota en tu culo. Te digo más guarradas, de las que te gustan…

Te digo que ya no me aguanto y quiero cogerte mucho. Te digo que voy querer enterrarla bien adentro para dejarte el culo abierto. Te beso la nuca, te escucho gemir y es que mi glande ya esta entrando. Tengo un caño mortalmente caliente.
Me subo sobre vos y la meto. El placer es tanto que no puedo creerlo. Te beso mucho. Quiero estar dentro tuyo!  Te muerdo. Gimo. Casi grito. Tengo que aguantarme para no acabarte, me duelen los huevos y me calienta más. Saco la chota y la vuelvo a meter, certera, es como si murieras en mi cama, es un chuchillo que te entra, te corta y pedís más. La saco, te doy vuelta y acerco mi pija y los huevos a tu boca para que los chupes. Vos tampoco das mas!


Queres que te siga cogiendo y no te hago esperar… Con mis manos en tu cadera, empujo mi cuerpo sobre tu cola. No vale quejarse, no me importa que grites.  Ya no damos más. El orgasmo está tan cerca que es imposible hacer nada más que entregarnos. Nos miramos sabiendo que estamos unidos en uno, dentro del otro. Y llega, el mañanero, tal vez el primero.
Mi leche se escurre en tu culo, pero la tuya salta, más y más llegando a mi cara y la chupo y te doy. Nos quedamos así hasta que las pijas se bajan…

Hermosa forma de empezar el día.