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MEA CULPA: adiestrando activos en base a testimonios de pasivos

Lautaro Anchorena | Sé que a NOS, los activos muchas veces la calentura y las ganas de ponerla nos juega en contra. Más allá de que muchos ...

Lautaro Anchorena | Sé que a NOS, los activos muchas veces la calentura y las ganas de ponerla nos juega en contra. Más allá de que muchos dicen que no hay que separar entre activos y pasivos, para esta nota y con fines periodísticos lo tenemos que hacer de esa forma porque pone de relieve un problema en el que muchos activos caemos. Y si antes de que muchos me caguen a pedos porque divido en activos u pasivos la cosa es que en la cama uno va arriba y el otro va abajo, rara vez lo hace al costado...





Me refiero a que para muchos gays pasivos, tener relaciones sexuales no suele ser tan placentero como debería serlo. Ello se debe al rol que jugamos los hombres activos al momento de la intimidad. (Mea culpa).

Frecuentemente los activos tienen ideas equivocadas sobre la sexualidad y los gustos de sus parejas. A ello se le suma la falta de comunicación y confianza que generan errores sexuales que deterioran la relación y ponen en riesgo la supervivencia de la misma.


He preparado una lista de los errores sexuales más comunes que todo activo debiera evitar para satisfacer a su eventual pareja en base a comentarios que mandan a usandbath@gmail.com o a las charlas que tengo con algunos de Uds., en el matadero, quiero decir ... en mi cama, porque si querido lector a mi luego de eyacular me gusta charlar, luego de largar los pibes es cuando viene la entrevista. Con otros también hablo por 
el chat de esta pagina http://www.usandbath.com/chat/ o nuestra vía, face. Todo lo cual me da material para esta nota que comparto.


1- Obsesionarse con el tamaño de tu verga.



¿El tamaño importa? Cuando tenía 25 años vivía obsesionado con el tema del tamaño, y eso que calzo bien, y mis ocasionales amantes me lo decían pero ahí andaba yo con la regla y el centímetro, haciéndome masajes para alargar (MÁS) la chota y quien sabe cuantas cosas! Después me calmé. La verdad me vino sola.


Esta es una creencia absolutamente infundada, por varias razones. El esfínter es un músculo y se adapta sin problemas al grosor y largo del pene. La fricción, el movimiento y la variación de las poses durante el acto pueden activar las zonas nerviosas de la zona anal e, inclusive, motivar la próstata del pasivo. Por lo tanto, la longitud del pene es irrelevante a la hora de lograrlo.


“Siento que mi pareja, vive traumado con su pene. Le mide 15 cm y para mí es perfecto. Algo muy grande te daña, te rasga. Pero el tonto siempre está pendiente de técnicas que se lo agranden. Yo disfruto mucho con él dentro mío…” dice Jorge, un lector pasivo de 24 años.





2- Saltar los juegos previos.



Muchos chicos pasivos sienten que los juegos sexuales previos no duran lo suficiente, lo cual les impide alcanzar una dilatación adecuada Para los juegos previos es fundamental hacer hincapié en el sentido del tacto. Incluye, necesariamente, besos, caricias y abrazos. Debe ponerse en práctica un procedimiento importante: luego de las caricias y los besos, hay que explorar la extensión de la piel de todo el cuerpo. Y, el activo debe hacer (especial hincapié) en el beso negro, mamadas si es de tu agrado y trabajar la dilatación de su compañeroAlgo que a mi me funciona es distraerlos besando y empezar a puertear, algunos con mis besos abren solitos la puerta de atrás. Creo que el secreto (esto no es científico, sino empírico), está en la disociación que uno crea, al estar atento en los besos, las palabras sucias, anunciar lo que se va a hacer mas tarde, cuando en realidad ya esta pasando. ¡Le vas advirtiendo de algo, cuando ya lo tenes sentado en la pija!


“Mi ex se creía el mejor activo del mundo, pero el juraba que yo era un objeto, un hueco y punto. Nada de besos ni abrazos, me la metía y poco le importaba si yo estaba listo. No me creía cuando le decía que me dolía. Sentenciaba siempre, no es para tanto. Me decía que no me podía doler si no la tenía tan grande. ¡Y era evidente que tenia una foca muerta, cuando estaba dormida, imagínate cuando estaba al palo! Como se creen machos se olvidan de ser buenos amantes…” dice Jesús, pasivo de 26 años.


3- Insistir aunque el pasivo no tenga ganas.



Muchos pasivos hacen un esfuerzo para tener una relación. Se sienten obligados y no saben decir que no. No nos estamos refiriendo a un problema en el deseo, es decir, una disfunción. Son pasivos que, como todos los seres humanos, pasan períodos breves, la mayoría de las veces, sin el deseo sexual entregándose a su pareja sin comunicarle su falta de ganas. Eso afecta su dilatación y suele ocasionar relaciones dolorosas. Por lo general el activo no se da por enterado y cree que su solo pene servirá para levantar el ánimo de su pareja.



“A veces estoy cansado. tuve un día terrible de laburo, pero mi pareja cree que soy una máquina. Cree que porque soy pasivo y me gusta la pija, puede probarlo a toda hora y eso no es cierto. Peleamos muchos por eso. Llego, hablamos, cocino, comemos y me hace un guiño mostrándome la verga ya al palo y me dice: “un pete y a la cama”. Claro, cuando él está cansado no se le para por nada, y yo tengo que entender, pero como se cree que al pasivo le basta con ponerse boca abajo para recibir, nuestro ánimo no importa.“ -dice Alan, pasivo de 31 años.



4- Olvidarse del pene del pasivo.



Pocos activos lo tienen en cuenta y casi ignoran que el pasivo como hombre que es tiene pene y se estimula con su órgano sexual. Pero, la idea machista, absurda y a veces la ignorancia hacen creer que en un pasivo el pene es casi decorativo. Nada más falso. Si mientras lo besas, le agarras la chota y empezas a masturbarlo, en realidad entre tus manos, más que tener una pija, tendrás las llaves del infierno anal que se abrirá entre llamas para devorar tu chota que quiere taladrar lo que sea. En palabras más delicadas: el pasivo llegará al tope de su placer y desarrollará una adecuada dilatación.
¡Mostro! No vas a ser mas puto, por agarrar una pija que por empernarte a otro hombre!!


“Tenía un amigo con derecho. Nos veíamos para tener sexo cada semana, pero el tipo creía que yo ni usaba mi pija. Jamás se atrevió a tocármelo y cierta vez cuando me masturbé mientras me la metía, se escandalizó y me dijo que no haga eso, que luego del sexo vaya al baño a hacerme una paja. Lo aguanté poco. A veces lo buscaba solo por falta de otros machos, era como un consolador que hablaba, pero prefiero una paja a un cavernícola gay…” dice Omar, pasivo de 28 años.



5- Pensar que están en una película porno gay. “¿Querían ficción? ¡ Les dí ficción!”


Las películas XXX pueden servir para estimular la imaginación, pero la información que brinda sobre la vida sexual debería ser ubicada del lado de la ficción, pues en dichas películas a los pasivos parece encantarles probar y sentir todo cuanto puedan por atrás. En la pornografía gay, los activos introducen dildos y hasta palos de policía en los traseros casi sin fondo de los actores pasivos, motivo por el cual en la cama, muchos activos creen que ese trato y esa resistencia anal son propios de todos. Recordemos que para la filmación de muchas películas porno se utilizan anestésicos y otras menudencias que hacen que el pasivo en cuestión se banque la poronga de 33 cm de John Holmes, bombeando con rotopercutor, mientras pide delivery en chino para todo el equipo. Sin embargo eso no sucede en la vida real.


“Salí con un chico muy lindo, nos gustábamos, pero cuando llegamos a la cama, el hombre pensaba que yo tenía un pozo en el culo. Quería meterme muchos dedos y decía que cómo era posible que yo me niegue a introducirme objetos o hasta una fruta. Aducía que el había visto en videos pornos que los pasivos eran muy tragones y que no le entraba en la cabeza que yo no lo permita. Lo dejé de ver… “cuenta Bernardo, pasivo de 26 años.


6- Dar la espalda después del acto sexual.



Después del coito muchas parejas suelen darse la espalda o quedarse dormidos, generando que la relación se enfríe y sea aburrida. Por ello, es recomendable luego de culminar el garche, seguir brindando caricias e iniciar una conversación, lo cual permitirá que la relación no se deteriore. Algo muy bueno que a mi me funciona, es dejar que la verga se duerma dentro del culito, dilatado y quien sabe tal vez luego, se vuelva a despertar y entre caricias, besos y arrumacos, “la bombeadora” vuelva a funcionar…



“Con mi pareja al inicio teníamos sexo y luego nos dormíamos. Pero entendimos que es "luego de" donde podíamos conversar y decirnos cosas lindas. Encontramos que era donde estábamos mas conectados y en sinfonía. Se supone que es mi novio, no un amante de una noche. Hablar con tu pareja y hasta reírte de lo que pasó durante el sexo hace mucho bien… “nos cuenta Hugo, pasivo de 33 años.

7- Eyacular muy pronto.



Eyacular antes de tiempo disminuye las posibilidades de que el pasivo desarrolle un orgasmo. La reacción más habitual de los hombres que sufren eyaculación precoz es negarlo, y confían en que el problema se resolverá por sí solo, ignorando que este tipo de trastornos pueden causar otras dolencias más graves. La eyaculación precoz, se puede dar a cualquier edad inclusive desde el inicio de las relaciones sexuales, situación que puede ir aumentando a medida que avanza la edad, llevando a la persona a estadios de frustración y hasta evasión de su vida sexual.

Los psicólogos dicen que hay tratamientos para superarlo en el caso de que sea una crisis de ansiedad.
Los médicos, asocian mucho el tema de la eyaculación precoz a otra patología: la FIMOSIS, por el dolor que esta produce, hace que el activo en cuestión quiera hacer el “tramite” rapidito. Lo mejor en estos casos es operarse. Muchos activos no desean admitir el problema y ocasionan el deterioro de su vida sexual.


“Mi pareja no duraba nada. Apenas empezaba a meterla acababa y él se frustraba mucho y, claro, yo me quedaba con las ganas. Pero lo hablamos y buscamos ayuda profesional. Un especialista lo trató. Siguió las pautas del tratamiento y hoy tenemos una vida sexual saludable. Es mejor afrontar el problema.”narra Walter, pasivo de 31 años.

8- Demorarse en el acto sexual.



A algunos activos les pasa cuando se ponen el condón. Pues, con un poco de práctica podrán evitar perder la erección mientras se colocan el preservativo. Lo mejor en este caso es incluirlo en el juego previo. Que no haya cortes en la dinámica sexual. Si un hombre pierde las erecciones fácilmente, debe consultar con médicos especialistas en el tema, pues dicho problema es señal de inicio de disfunción eréctil y esto debe ser tratado antes de que empeore. Por otro lado, muchos activos se jactan de durar horas dentro del pasivo y no piensan que su compañero extiende su dolor y que no es una máquina anal capaz de aguantar por tiempo ilimitado. A veces es un problema de concentración o un problema para eyacular que, también, debería ser tratado por un especialista


“Mi ex se demoraba una hora y hasta más cada vez que me penetraba. Era demasiado. Yo me considero bancador, pero eso ya no era placentero para mí. Luego de tener sexo con él, yo no podía ni sentarme y sufría en el trabajo y en la facultad, cada vez que me sentaba. Terminaba, en el médico o aplicándome xyloprocto. Él no quería hacerse ver por un médico, decía que PARA ÉL eso era lindo y normal. Por eso lo dejé.” cuenta German, pasivo de 21 años.



En primera persona:

Creo que es muy importante la sintonía que se crea con otra persona en vertical y horizontal. Yo ya no estoy para andar haciendo marcas en las paredes contando cuantos polvos me mandé hoy. A veces ando asexuado y otras busco "la calidad del encuentro". Lo que si es verdad, lo que trato de llevar a cabo -tipo experimento, de ensayo y error, son algunas cosas que he aprendido de mis diferentes partenaires en la cama. Creo que cuando uno se levanta tiene que haber quedado algo sobre el lecho, (además de fluidos) y uno debe poder llevarse algo de cada encuentro. Trato de que las cosas se desarrollen en armonía. Si uno tiene la suerte de estar involucrado con la otra persona es bueno estar en todos los detalles y tal vez lo mejor: tener una buena despedida, esto me lo enseño de la forma más cruel la vida. Cierto enero estaba viajando a Córdoba con mi pareja y nos detuvimos impulsivamente a "hacer el amor" al costado de la ruta, bajo una arboleda añosa. Le expresé de todas las formas que pude que lo amaba y él a mi. Fue involuntario y repentino. Diez kilómetros después chocamos frontalmente en una curva contra otro vehículo y nos separamos, nuestro ultimo acto de amor fue carnal y verbal. Ahora estamos unidos en planos diferentes. Por eso creo que lo mejor es decir las cosas cuando se sienten. Nunca sabés lo que te deparará la vida al otro lado de la esquina...