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Pornografia de la época de la reina..

La imaginación homoerótica se hizo así más fructífera que nunca, aunado al descubrimiento tecnológico del daguerrotipo o el nacimiento de ...

La imaginación homoerótica se hizo así más fructífera que nunca, aunado al descubrimiento tecnológico del daguerrotipo o el nacimiento de la fotografía, surgieron decenas de fotógrafos y artistas que plasmaron los cuerpos de carne y hueso de modelos masculinos que fueron las delicias de muchos más que de muchas.    De esta manera, en la época victoriana, resurgió el desnudo masculino como no se había visto antes desde el Renacimiento.

Si bien el Renacimiento bajo el disfraz de la mitología hizo delirar a muchos con sus musculosos Apolos, sus dulces Narcisos, y raptados Ganímedes, los victorianos encendieron sus braguetas y derriére con las fotos de Wilhelm Von Gloeden, Guglielmo Plüschow, Emile Bayard, Gaudenzio Marconi,  Arthur Schultz, Fred Holland Day  y Vicenzo Galdi, entre otros fotógrafos muchos de ellos anónimos que hicieron de las suyas y que a mi parecer le dieron el tono deliciosamente “pornográfico” al arte.

Bajo la sombra de la moral victoriana creció toda una imaginería homoerótica que resplandeció o tuvo su mayor auge ya a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, o lo que muchos autores han llamado “Los Años Felices”, que desgraciadamente terminaron con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Durante más de veinte años (1890-1914) tantos artistas plásticos como escritores, coleccionistas y mecenas se avocaron a redescubrir la sexualidad masculina, a reinventar el homoerotismo como forma de arte, como forma de vida. 

Muchos de estos personajes sin medir las consecuencias plasmaron en sus obras el amor entre hombres, el deseo homoerótico y al desnudo masculino lo “vistieron” de osadía, insolencia, descomedimiento y de exquisita indecencia, y en especial aquellos que usaron el lente como modo de expresión, dándonos un adelanto de los llamados Beefcake y un antecedente de toda la variedad de las publicaciones  de pornografía y erotismo gay.  


Esos años intermedios que comprendieron el final de los victorianos y “los años felices” fueron también de estudios médicos y sociológicos sobre la homosexualidad, se empezaron a explicar desde un punto científico y social la existencia de los homosexuales, ya no se veía el hecho de la homosexualidad como un pecado sino como una enfermedad y como un defecto de la sociedad. Los artistas no se quedaron atrás, y tomaron la batuta para plasmar el cuerpo masculino desnudo, hablaron en sus obras de la homosexualidad, si bien pocos salieron del closet


Eduardo T