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Memorias de San Isidro: Entre la concha y la pija.

[avatar user="Pablo Castro Videla" align="left" /] La “E” True Hollywood Story de mi vida comenzó cuando yo era chico. 9...

[avatar user="Pablo Castro Videla" align="left" /]La “E” True Hollywood Story de mi vida comenzó cuando yo era chico. 9 años exactamente; jugaba en la predécima de mi club de rugby, el S.I.C.
Hacia las cosas que todo niño debe hacer: colegio, idiomas, deportes, actividades extracurriculares, ocio y el tedio...
El tedio era lo peor... Lo que nos llevaba a la búsqueda de nuevas cosas para tratar de superarlo, pero no...
Ya nos había saltado la leche y extorsionábamos a  los vecinos mas chicos para que nos chupen la pija, estábamos en esto con Axel mi amigo de la vuelta y un día... 

[caption id="attachment_13641" align="aligncenter" width="600"]pija Siempre tuve una mirada hipnótica y era (soy) un degenerado en potencia.[/caption]

Revolviendo las cosas de mí hermano mayor encontré una porno y vaya que le dimos uso, nunca había visto una, no solo para las pajas sino para debatir sobre las fotos.

Que te calienta más ¿la concha o la pija?

Axel decía que la concha  y yo la pija, El no entendía mi “visión” y claramente le explique que la pija era mas linda porque era para afuera y que la concha no tenia nada del otro mundo porque era para adentro, no la podías agarrar.

Eran mis conclusiones.

Me volvía loco esa revista, sobretodo una foto donde la mina estaba acostada en el piso y el tipo parado sobre ella, meándola. Me parecía una topez.

Al poco tiempo Axel me aburrió, le robaba los juguetes a mi hermano, mentía, no era buena persona, no era lindo y no tenía gracia alguna, sino hubiese sido como la película Melody  pero entre hombres.

Nada más lejano.

Me propuse avanzar sobre mis otros amigos del colegio, básicamente los que< me invitaban a sus casas y viceversa.

Los olía como sabueso, los estudiaba, sentía sus vibras.

El que me daba la impresión que no, callaba.

El que me daba la impresión que si, le preguntaba:

- ¿Sabes cojer?

La mayoría no sabía, no acreditaba y me daba pie para dar el segundo paso:

- Yo te enseño.

Otros no hizo falta preguntar, fluyo, siempre tuve una mirada hipnótica y era un degenerado en potencia.

Me acuerdo de uno, gran mamador para su edad y sin experiencia, creo.

Fue de los mejores en cuanto a habilidad y tamaño y como ya teníamos 12 años y sin apuros en la vida; nos mamábamos por horas, sobretodo en el horario de misa, sus padres del Opus iban todos los días.

Así como Martín hubo varios y con practicas variadas, como las noches en la carpa en el jardín de Juan José; otro de mis amigos del primario que se prendió al toque y además le empezamos a hacer la paja a su perro también.

Así fue como descubrí que la perra salchicha de mama era adicta al semen.

Paralelamente era un ser humano común y silvestre, iba al colegio, no estudiaba y salía a jugar con mis amigos como cualquier chico normal.

Pasaba las horas leyendo en la pileta libros de Agatha Christie o Edgar Allan Poe.

Pero un día la joda se termino porque con el colegio todo mal y en casa me obligaron a sentarme a estudiar. Encontré una solución momentánea.

El escritorio de mi cuarto era grande, si entrabas a mi cuarto no podías ver si había alguien debajo de el o no.

Solución mi querido Watson, invitaba, cuando podía, a mi amigo Axel para que me chupe la pija toda la tarde mientras yo hacía que estudiaba.

Hasta entraba mamá al cuarto a chequear que estuviera estudiando, nunca se dio cuenta.

Fue la única opción que encontré para esta etapa que tuve que soportar por ser pésimo alumno, pero encontré un bálsamo para mi horrendo castigo.

Yo había elegido la pija... 

 

Continuará...