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Historia bare | Pablo y Teo.

Por Tulipan | Hace ya cuatro meses que Pablo conoció a Teo. A los dos de haberse conocido, Pablo se mudó al departamento de Teo y abrieron u...

Por Tulipan | Hace ya cuatro meses que Pablo conoció a Teo. A los dos de haberse conocido, Pablo se mudó al departamento de Teo y abrieron un perfil juntos, "ptpareja", en un sitio de contactos por Internet, orientado a prácticas morbosas y fetiches: uniformes, amos y esclavos, rapados, látex, cuero, bondage, momificación, control de eyaculación, control de respiración, juego con cigarros y una larga fila de etcéteras.





Habían acordado coger siempre juntos, ellos dos solos, en tríos o enfiestados con más, pero siempre juntos, era lo más parecido a la fidelidad de lo que Teo se sentía capaz.

Ante la insistencia de Pablo de coger sin forro, Teo le pidió que lo acompañara a la consulta con su infectólogo, cómo suponía Teo, Pablo se opuso: 

La carga viral se mide en la sangre –dijo el Dr. R–y no en las secreciones genitales; puede haber diferencias, no es lo mismo la carga viral en el semen que en la sangre. Ese es un primer cuidado. El segundo cuidado es que el hecho de que Teo, o cualquiera, tenga carga viral no detectable en un momento, no significa que en todo el curso de la evolución de la enfermedad mantenga la misma carga viral, puede haber pequeños escapes de virus y eso no es fácil determinarlo, porque la carga viral se da en un punto determinado y la vida sexual del paciente es continua. Que tenga carga viral indetectable en un momento no significa que se mantenga así siempre. Las medidas de prevención deberían seguir manteniéndose estrictas.


Desde que salieron del hospital, Teo se aguanta estoico los berrinches de Pablo, que sigue insistiendo:

No entendés que los médicos van a decir siempre que hay que usar forro para coger y hasta para chupar pija. Hay que ver lo que pasa en la vida real, es una cuestión empírica –y destacaba la palabra “empírica” con el fin de volver su argumento más convincente–. “Yo le hago caso a mi médico” –se limita a contestar Teo que soporta con paciencia todos los insultos con los que Pablo lo provoca “cagón”, “mariquita” “sos más papista que el Papa–.


Este último es el que más le jode a Teo, que odia a todos los Papas y al actual mucho más desde que hizo la concesión de aceptar el uso de preservativos sólo si es para coger con putas... “Si no te gusta, buscate otro macho, y si es seronegativo, mejor”, le contesta Teo. Y si está de mejor humor le dice: “Callate, puto, si no, te ato y te amordazo”. A eso Pablo no puede resistirase, se calienta y lo sigue puteando para terminar con un plug en el orto, en sesiones de bondage y latigazos que duran horas. Eso relaja a Pablo y se olvida del tema por unas horas.


Sin embargo, hace unos días, Pablo se metió en una app, abrió un perfil solo, "guachozarpado", y mandó mensajes a varios perfiles, "barebackaction", "a_pelo", "sexocrudo", y borró el historial antes de que Teo llegara.

Siempre lo espera con el mate preparado, y mientras Teo ceba, él le hace masajes en los pies y terminan cogiendo, la pasión sigue (o seguía) como cuando recién se conocieron. Pero esa tarde, Pablo dejó el agua caliente en el termo, el mate preparado, se hizo una paja, y se fue a dormir.