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Morboseándola con el primo

Por Gaby | Experiencias | Acabo de leer la nota;  Incesto: hermanastros, amantes y bóxers. y la verdad me rememoró lo pajero que me po...


Por Gaby | Experiencias | Acabo de leer la nota; Incesto: hermanastros, amantes y bóxers. y la verdad me rememoró lo pajero que me pongo con mi primo. El pendejo tiene unos 16 años cumplidos hace un mes, y se va poniendo de lindo. Lo veo poco por que vive en otro lado, pero ocasionalmente cae de visita por unos días, y yo también vuelvo a su ciudad un tiempo, generalmente una vez al año, aunque lo veo en reuniones familiares solamente.


Lo cierto es que cuando veo sus fotos lo analizo, lo estudio, y si no me controlo me pierdo, tratando de imaginar todas las cosas que seguro va experimentando.  A esa edad es cuando todo el mundo de las fantasías y el morbo se despierta: el contacto con el sexo, empezar a tocarte la pija, ver que te crecen los pelos abajo, las primeras acabadas, las apoyadas, los roces, los chapes con las compañeras, hacerte ver en el recreo, provocar y demás situaciones. Será tal vez por el hecho de que yo empecé con las pajas recién terminada la primaria, cuando volvía de educación física, todo transpirado, ese era el motor que me movía. En mi casa me acuerdo que no había nadie, así que podía dar rienda suelta a tocarme por largo rato, en pelotas y al palo durante una hora mínimo.
La última vez que lo vi, hace unos 7 meses aproximadamente, él estaba de visita. Me acuerdo una situación que me prendió fuego mal, él había llegado de viaje ese día con la familia, cuestión que todo el mundo se fue a pasear un rato después de comer  y él se tiró a descansar en el sillón, estaba liquidado, yo me quede con la excusa de estudiar, en el comedor y con la compu.  Me puse en un lugar algo neutral, por si llegaba a despertar de repente o si se movía de golpe, pero con una buena vista si disimulaba lo justo.
Cuestión que al girar la cabeza hacia donde él estaba tenia a mi disposición todo el orto del pendejo, bien generoso, repleto, hermoso. Él estaba de costado, y con las piernas algo flexionadas, lo que lograba que se le marque bastante bien todo, ahí pude adivinar que traía puesto un slip. No podía dejar de ver las proporciones del pendejito, se va poniendo tremendo. Se le formaba una muy buena curva bien amplia en los muslos, y descendía perfectamente marcando bien la cintura, volviendo a subir proporcionalmente hacia la espalda, un espectáculo de no creer. Ante todo eso era inevitable ponerme bien al palo, con semejante estimulo la chota me latía a mil.
Lo que me atrapaba era el movimiento de su espalda al respirar. Cada tanto iba al baño y aprovechaba para detenerme dos segundos a mirarlo desde otro ángulo, más de cerca. Qué lindo que era verlo dormir de espaldas a mí, eso me conectó de nuevo con el placer que me generan los chabones en cuanto a lo visual, adivinar el cuerpo debajo de las prendas, y hasta alimentar la fantasía de acariciarle suave la cabeza. Seguí un rato más hasta que la corte porque sentía algo raro, tal vez era culpa por dentro, una especie de límites internos o más bien sociales, que te despiertan una señal de alerta. Me dio risa y volví de nuevo a lo mío, pero con la mirada fugaz hacia esa escena para fijar todo lo que pueda.
Fueron pasando los días, tranquilos, sin ninguna situación nueva. Un tanto hambriento de placer y de morbo justamente es que a la próxima situación busqué generarla yo. Así fue como uno de los momentos más morbosos pero que implicaban que me arriesgue si es que quería un rato de goce, algo así como un premio al esfuerzo, era el momento en que todo el mundo se iba de paseo a la tarde, después de haberse bañado y todo lo demás. En casa volvía a estar solo, y me acercaba a su valija con todas las cosas, incluidas la ropa sucia que guardaba en una bolsa para que su vieja le meta todo a lavar al regresar.
Haciendo una búsqueda rápida la encuentro, la desato y le saco un par de slips. Me los acerque un toque a la cara y desde unos pocos centímetros de distancia logre sentir el olor de sus bolas, de la pija, un toque de meo, en fin todo eso que logra producir un extraño y dulce aroma, pero para los que lo disfrutamos es capaz de encendernos de calentura, algo así como una especie de droga. Algunos me entenderán.  Fume un rato todo ese perfume exquisito, hasta llegue a taparme completamente con un puñado de slips, era todo lo que me alimentaba el fucking morbo en ese momento. Embriagado y por lo tanto chocho los volví a guardar y cerré todo. Placer nivel 10.
A la noche el pendejo dormía al lado de mi cama, y se ponía a charlar de cosas súper trancas, de la edad supongo, con cierta inocencia, como tipos de música, películas y demás. Es ahí que logro enfriarme, recapacito y me calmo. Le sigo la conversación y nos dormimos tarde, hablando boludeces. Él está aún en su mundo de inocencia, desde mi punto de vista. Vuelve la mirada de primo mayor hacia él, lo vuelvo a ver como un nene. Se me pasa.
Él es mucho de las fotos, y el grupo que tenemos con la flia no es la excepción, a veces yo agradecido. Siempre sube de todo, capturas y enlaces. A veces él también se muestra, pero muy sutil, será que en el fondo sabe el potencial que tiene? Después de todo es el contexto. Muero por ver el snap de alguna de sus compañeras para ver que encuentro, pero…imposible. Una foto de la pierna con el deportivo puesto es suficiente para que me prenda al celu y vuelva a repetir: “que hermoso que se va poniendo el pendejo”. Seguro es por genética porque ni deportes hace, es más se la pasa con la play o el celu, pero tiene unas piernas enormes, peludas, largas, es un toque alto.
En fin, supongo que la parte buena para que ese morbo siga en el tiempo es que es mi primo, esto hace que algún contacto mínimo haya, que lo vea crecer al menos. Y no le pierda el rastro como a tantos otros buenos chongos que en su momento fueron el alimento de las fantasías más calientes, como compañeros del secu, profes y vecinos. El recreo a más no poder, pero eso puede ser contenido para otro post. 
No me quiero imaginar lo que va a ser el pendejo a los 20, a los 25 y demás, que el tiempo me sorprenda. Por suerte con mi hermano no me pasan éstas cosas, ahí si soy un tempano, hay cosas que nos conectan y por ende me salvan. Y a ustedes ¿también los devora el morbo con los chongos de su familia?